Lentejas con espinacas: receta paso a paso

Receta ↓ Ángela Solar

¡Descubre el sabor inigualable de las lentejas con espinacas! Con su textura cremosa y un toque de especias, este plato se convertirá en tu favorito. Rápido, fácil y rebosante de salud, es la opción perfecta para una comida nutritiva y deliciosa.

Beneficios de las lentejas con espinacas

¡Descubre el poder de las lentejas con espinacas, un plato estrella en cualquier menú saludable! Te cuento un secreto: cada vez que me siento bajo de energía, me preparo este plato y ¡zas!, como por arte de magia, me siento revitalizado. Es que su alto contenido en proteínas y fibra es justo lo que necesito para seguir a tope.

Y no solo eso, las espinacas son como un elixir de la juventud, cargadas de vitaminas y minerales que nos ayudan a sentirnos bien por dentro y por fuera. Siempre que puedo, añado un puñado extra a mis lentejas, porque, ¿quién no quiere ese extra de nutrientes?

Si eres vegetariano o vegano, este plato se convertirá en tu mejor aliado. Es tan versátil que puedes añadirle tus especias favoritas o darle un giro con unos tomates cherry asados. Lo importante es que te diviertas en la cocina y hagas de este plato una experiencia única. ¡Anímate y dale tu toque personal!

Ingredientes necesarios

¡Vamos a sumergirnos en el maravilloso mundo de los ingredientes que darán vida a tu plato de lentejas con espinacas! Estos son los tesoros que necesitarás:

• Lentejas – 250 g de pura maravilla. Siempre elijo lentejas de calidad porque son el alma de la receta y, además, ¡son una bomba de proteínas vegetales!
• Espinacas frescas – 200 g para inyectar ese verde vibrante lleno de nutrientes esenciales. Las espinacas y yo tenemos una historia de amor desde mi infancia, ¡y espero que tú también te enamores de ellas!
• Cebolla – 1 grande, que picaremos con cariño para que se funda en el plato y aporte esa dulzura caramelizada.
• Ajo – 2 dientes, porque un buen sofrito comienza con el fragante aroma del ajo dorándose en la sartén.
• Pimentón – 1 cucharadita para ese beso ahumado que tanto nos gusta en España.
• Comino – ½ cucharadita, el toque mágico que hace que las lentejas canten en tu paladar.
• Caldo de verduras – 500 ml para bañar nuestras lentejas en un caldo que es pura esencia de la huerta. Si no tienes a mano, no te preocupes, el agua con amor también sirve.
• Aceite de oliva virgen extra – porque un buen chorro de este elixir es el secreto de toda cocina que se precie.
• Sal y pimienta – ajusta estas especias a tu gusto y crea un plato que hable tu idioma culinario.

Y no olvides, la cocina es experimentación y diversión. Si te apetece, cambia el pimentón por un poco de chile si buscas emociones picantes, o añade una zanahoria para un dulzor natural. ¡Haz que esta receta sea tuya!

Preparación de las lentejas

¡Manos a la obra con las lentejas, ese tesoro nutricional que nunca debe faltar en tu cocina! Primero, vamos a sumergirnos en la selección: busca esas lentejas que parecen pequeñas joyas brillantes y descarta las que no estén a la altura.

Yo siempre me tomo este paso como un ritual, recordando las tardes en la cocina de mi abuela, donde ella me enseñó a apreciar la calidad de un buen ingrediente.

Después de darles un buen baño para que queden relucientes, es hora de cocinarlas con mimo. Ponlas en una olla con agua que las acaricie, añade una pizca de sal y, si te sientes aventurero, un toque de comino o pimentón para empezar a construir el sabor.

Enciende el fuego y deja que el aroma te transporte a un mundo de sabores caseros. Vigila el reloj, porque en unos 25-30 minutos tus lentejas estarán listas para enamorar.

Y aquí va un consejo de oro: no tengas miedo de ser creativo. Añade tus especias favoritas o un chorrito de vino blanco para una explosión de sabor. ¡Las lentejas son agradecidas y aceptan casi cualquier compañía!

Preparación de las espinacas

¡Prepárate para enamorarte de estas espinacas salteadas! No es solo un acompañamiento; es un festival de sabor que te va a sorprender. ¡Vamos allá, que el aroma ya me está llamando!

1. Primero, sumerge las espinacas en agua fría y límpialas como si fueran un tesoro escondido; queremos que brillen en nuestro plato.
2. Córtalas con mimo en trozos generosos, porque en cada bocado queremos sentir la esencia de la espinaca.
3. Calienta una sartén y vierte ese aceite de oliva que hace bailar los sabores en tu paladar.
4. Añade las espinacas y saltea con pasión, observa cómo se van tiñendo de un verde más intenso y su textura se vuelve tierna.
5. Es el momento de espolvorear con sal, ajo en polvo y esa nuez moscada que transforma lo cotidiano en extraordinario.

¿Te atreves a darle tu toque personal? A mí me encanta añadir unas semillas de sésamo tostado para un contraste crujiente o unas gotas de limón para un frescor cítrico. ¡Haz que estas espinacas sean tuyas y déjate llevar por la inspiración!

Uniendo los sabores

¡Llegó el gran momento, el encuentro estelar entre lentejas y espinacas! ¿Estás listo para ver cómo se abrazan estos ingredientes en un plato reconfortante y lleno de sabor? Yo no puedo esperar a contarte cómo hacerlo, porque cada vez que lo hago, ¡es como si mi cocina se llenara de alegría!

Para que las lentejas y las espinacas se integren de maravilla, vierte las espinacas tiernas y salteadas sobre las lentejas ya cocidas. Me gusta imaginar que es como un abrazo cálido en el que se comparten sabores y texturas.

Déjalos que se cocinen juntos unos minutos, así se conocen mejor y el resultado es simplemente sublime.

Y ahora, hablemos de condimentos. ¿No crees que es aquí donde tu toque personal hace la diferencia? A mí me vuelve loca añadir un chorrito de limón para darle frescura.

¿Y qué me dices de un poco de ajo en polvo para ese toquecito especial? Experimenta con lo que más te guste y ajusta los condimentos hasta que digas: ¡esto está de diez!