Ensalada (fría) de lentejas

Receta ↓ Ángela Solar

¡Transforma tu verano con la ensalada de lentejas fría más deliciosa y refrescante! Su sabor suave y su textura crujiente conquistarán a toda la familia. Además, es tan sencilla de preparar que te sorprenderá lo rápido que puedes disfrutar de este plato lleno de color y vida.

Ingredientes esenciales

¡Piénsalo! ¿No es maravilloso cuando una ensalada te hace sentir que estás en pleno agosto, aunque sea invierno? Esa es la magia de elegir ingredientes frescos y rebosantes de vida.

Te voy a contar algo que hago siempre: me escapo al mercado los sábados por la mañana, cuando todo está tranquilo, y me deleito escogiendo los vegetales más vibrantes y aromáticos que puedo encontrar.

Las lentejas son el corazón de nuestra ensalada. Opta por las de tipo pardina o beluga, que son pequeñitas pero se mantienen firmes y sonrientes después de cocerlas. ¿Te lo puedes creer? Estas diminutas joyas están cargadas de proteínas y fibra. Cada bocado es un paso más hacia un tú más saludable.

Y ahora, hablemos de color y textura: tomates que explotan en sabor con cada mordisco, pimientos que crujen al cortarlos y espinacas que parecen susurrar "cómeme" con su verde intenso.

¿Y el aderezo? Imagina un aceite de oliva que se desliza como oro líquido, mezclado con el cítrico beso del limón y la caricia de la sal marina. Es poesía para el paladar.

¿Y si le damos una vuelta de tuerca? Si eres de los que buscan emociones fuertes, añade un poco de cayena. O si lo tuyo es el dulzor sutil, unas pasas doradas pueden ser tus cómplices. ¡Sé valiente en la cocina! Y recuerda, la mejor ensalada es la que te hace sonreír. ¿Qué vas a añadir para hacerla única?

Preparación paso a paso

¡Prepárate para alucinar con esta ensalada de lentejas! Te voy a contar cómo convertir unos ingredientes sencillos en un plato estrella que te hará pedir más.

Lo primero es lo primero: las lentejas. Cocerlas es un arte, y el punto perfecto es cuando están tiernas pero firmes. ¡Cuidado con el tiempo! No queremos que se deshagan.

Ahora, dale caña a esos vegetales. Yo me decanto por el pimiento rojo, cebolla morada y un pepino crujiente. Pero esto es a tu gusto, ¡echa a volar tu imaginación y añade lo que te apetezca!

El aderezo es el alma de la ensalada: un buen chorro de aceite de oliva, zumo de limón fresco, un toque de sal y pimienta, y mi secreto: un puñadito de cilantro picado. ¡Es un antes y un después!

Y ahora, el momento cumbre: mezcla las lentejas con tus vegetales y ese aderezo que huele a gloria. ¡Remueve con pasión! Y voilà, tienes ante ti una ensalada de lentejas que es puro arte comestible.

Variaciones de la receta

¡Prepárate para que tu ensalada de lentejas se convierta en la estrella de la mesa! Te voy a contar unos truquillos para que la adaptes a lo que más te apetezca.

• Para los amantes de lo vegano, reemplaza el queso por tofu marinado en una mezcla de aceite de oliva, limón y tus hierbas preferidas. ¡Es un cambio sencillo que te sorprenderá!
• Si el gluten no es tu amigo, tranquilo, solo tienes que elegir ingredientes y aderezos certificados sin gluten y disfrutar sin preocupaciones.
• Y aquí va mi toque secreto: para una explosión crujiente, espolvorea semillas de sésamo tostadas por encima justo antes de servir. O si eres de paladar dulce, unos trocitos de manzana verde le van de maravilla.

Estas ideas son el punto de partida para que des rienda suelta a tu creatividad. ¡Mezcla, prueba y encuentra tu combinación ganadora!